Un inmovilizador de rodilla es una rodillera que se coloca alrededor de esta articulación para mantener la rodilla recta (sin que haya flexión). Está fabricado con tela, material acolchado y correas que se abren y se cierran. Unas piezas largas de metal que van por los lados son las que mantienen la pierna estirada. Si su hijo usa la rodillera correctamente, estará más cómodo y lo ayudará a recuperarse.
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Deje la rodillera abierta con la cara interna hacia arriba.
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Ponga la pierna de su hijo dentro de la rodillera. El extremo más ancho de la rodillera debe quedar debajo del muslo de su hijo, cerca de las nalgas, y el extremo estrecho debe quedar debajo de la pantorrilla de su hijo, cerca del tobillo.
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Cierre la tela alrededor de la pierna de su hijo, de tal modo que las varillas laterales le queden a ambos lados de la pierna.
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Si hay un agujero en la tela, este se debe colocar sobre la rótula de su hijo.
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Apriete las correas. Empiece desde el tobillo y vaya subiendo hacia arriba.
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Asegúrese de que las correas no pasen por encima de la rodilla.
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Haga que su hijo se ponga de pie para comprobar que la rodillera está bien puesta.
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Si se le resbala hacia abajo, pruebe a apretar más las correas.
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Si la rodillera parece estar demasiado apretada, afloje un poco las correas.