Terrores nocturnos: Cómo cuidar a su hijo
(Night Terrors: How to Care for Your Child)
Los niños con terrores nocturnos se levantan gritando y pataleando, y es imposible calmarlos. En algún momento se vuelven a dormir y no suelen recordar el terror nocturno cuando se despiertan por la mañana. Los terrores nocturnos pueden ser atemorizantes para los padres, pero no les causan ningún daño a los niños. La mayoría de los niños los superan antes de llegar a la adolescencia. Aquí encontrará algunas maneras de ayudar a prevenir los terrores nocturnos y de tranquilizar a su hijo si llega a tener uno.


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Si su hijo tiene un terror nocturno:
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Siéntese en silencio cerca de su hijo.
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Aleje cualquier elemento afilado o duro de su hijo.
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Si su hijo se levanta y corre, manténgase cerca para que no se lastime.
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No intente despertarlo. Si se despierta, es probable que esté confundido y tarde más en calmarse y volver a dormirse.
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Si su hijo tiene terrores nocturnos a la misma hora todas las noches, puede intentar despertarlo entre 15 y 30 minutos antes para ver si esto permite evitarlos.
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Dormir bien puede ayudar a prevenir los terrores nocturnos. Ayude a su hijo a hacer lo siguiente:
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Acostarse y levantarse en torno a la misma hora todos los días.
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Dormir de 10 a 13 horas diarias (incluidas las siestas) si es menor de 3 años y de 9 a 12 horas cada noche si es mayor.
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Tener una rutina nocturna relajante antes de acostarse y evitar las actividades de alta energía justo antes de acostarse.
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Apagar los teléfonos y otros dispositivos para evitar el uso de pantallas (incluyendo redes sociales, videos y mensajes) a la hora de acostarse para dormir.
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Evitar la cafeína (que se encuentra en el café, el té, el chocolate y los refrescos), ya que puede perturbar el sueño.
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Ayudar a su hijo a controlar el estrés puede ayudar a prevenir los terrores nocturnos. Puede hacer lo siguiente:
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Siga una rutina relajante para ir a dormir.
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Ayude a su hijo a acostarse y despertarse aproximadamente a la misma hora todos los días.
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Enséñele a su hijo habilidades de afrontamiento, como respirar de manera relajada, meditar o hablar sobre sus sentimientos.
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Asegúrese de que cuente con tiempo suficiente para hacer actividades relajantes, como pasar tiempo con amigos y familiares, pintar o dibujar, disfrutar de la naturaleza o leer.
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Limite el tiempo que pasa en las redes sociales y frente a pantallas, en general.
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Programe una cita para que hable con un consejero.
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El reflujo gastroesofágico (cuando los alimentos y los ácidos del estómago regresan al esófago y causan ardor en el estómago y otros síntomas) y la apnea obstructiva del sueño (cuando una persona deja de respirar momentáneamente) pueden aumentar las probabilidades de tener terrores nocturnos. Si su hijo tiene alguna de estas afecciones, siga las indicaciones de tratamiento del profesional del cuidado de la salud.
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Informe al profesional del cuidado de la salud de cualquier medicación que esté tomando su hijo.
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Para prevenir lesiones, los niños con terrores nocturnos no deben dormir en las literas superiores.

Los terrores nocturnos:
También hable con el profesional del cuidado de la salud si su hijo:
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parece muy triste, temeroso o estresado durante el día
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sacude de forma descontrolada los brazos y las piernas, tiene rigidez en el cuerpo o babea durante el terror nocturno
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ronca
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tiene ardor de estómago o eructos frecuentes

¿Qué ocurre durante los terrores nocturnos? Los terrores nocturnos ocurren cuando un niño está parcialmente despierto y la parte del cerebro que controla las respuestas de "lucha o huida" se sobreexcita. Esto hace que el niño sienta pánico y terror. Los niños estarán muy afectados y es posible que griten, pataleen o salgan de la cama. Esto suele ocurrir unas 2 a 3 horas después de que el niño se duerme, cuando el cerebro se encuentra en la fase de sueño no MOR (movimientos oculares rápidos).
¿Cuál es la causa de los terrores nocturnos? Se desconoce cuál es la causa precisa de los terrores nocturnos. Suelen afectar a varios integrantes de una misma familia; por lo tanto, es probable que tengan alguna relación con los genes. Algunas cosas, como las siguientes, puede desencadenar los terrores nocturnos:
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no dormir lo suficiente
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estar enfermo
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tomar ciertos medicamentos
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dormir en un nuevo ambiente o lejos del hogar
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la ansiedad o el estrés
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consumir demasiada cafeína
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el reflujo gastroesofágico
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la apnea obstructiva del sueño
¿Cuál es la diferencia entre los terrores nocturnos y las pesadillas? Los terrores nocturnos y las pesadillas ocurren en diferentes etapas del sueño. Los terrores nocturnos suelen ocurrir en las primeras horas después de que un niño se duerme, mientras que las pesadillas suelen ocurrir más tarde. Con frecuencia, las pesadillas despiertan a los niños, pero los niños no están totalmente despiertos durante los terrores nocturnos. Los niños casi nunca tienen recuerdos de los terrores nocturnos al día siguiente, pero suelen ser capaces de recordar partes de una pesadilla. Los terrores nocturnos son muy poco frecuentes en los adultos, pero las personas de cualquier edad pueden tener pesadillas.